«El trabajo en remoto me permite ser incluso más productiva»

Ibermática implantó este plan desde la convicción y constatación de que este sistema genera beneficios para el trabajador pero también para la empresa, ya que llegó a la conclusión de que no se resentía la productividad. La opción de teletrabajo fue elegida por más 3.200 de los 3.800 trabajadores que tiene Ibermática en plantilla en todo el Estado. El 52% se decantó por teletrabajar todos los días, un 46% optó por el modelo mixto y tan solo el 2% por el presencial.

Nerea, que trabaja en el departamento Económico-financiero, en la sede de Miramon, destaca que el sistema «es en cualquier caso flexible y que si alguna semana el trabajo requiere de una mayor presencia en la oficina nos adaptamos un poco». Para esta donostiarra que vive en la Parte Vieja y con dos hijos, la pandemia marcó un antes y un después en lo que respecta a la conciliación y organización familiar.

«Antes no existía y casi la única solución era cogerse una reducción de jornada». Por eso cuando les ofrecieron la posibilidad de teletrabajar no se lo pensó dos veces. «Tienes esa flexibilidad que te permite organizar, conciliar y estar más en el día a día de tus hijos, del colegio...».

Eso sí, ite que hay que ser muy disciplinado para trabajar en remoto y establecer rutinas, «porque si no, te absorbe el trabajo y entras en un círculo en el que el día no tiene cortes». Señala que es una alternativa muy interesante, sobre todo para padres o madres de familia. Aunque apunta que quizás no sea replicable o adaptable a todos los trabajos.

ite que con el teletrabajo se pierden cosas, «como el o con los compañeros, el trabajo en equipo y las conversaciones informales en las que muchas veces se resuelven también cuestiones de trabajo». Pero tiene claro que «somos más productivos». Por ello, defiende el modelo mixto porque combina ambas modalidades y se adecúa tanto a las necesidades de la empresa como a las del trabajador, remarca.

Además, en el caso de Ibermática, que fue adquirida en diciembre del año pasado por la multinacional sevillana Ayesa, el teletrabajo está permitiendo, apunta, que las relaciones con los compañeros de trabajo de la ciudad hispalense se hagan en remoto, evitando muchos desplazamientos, con la consiguiente optimización de costes y desgaste personal.

Y vuelve a incidir en la cuestión de la productividad. «Somos incluso más productivos. En mi caso suelo dejar los trabajos que requieren una mayor concentración para hacerlos cuando teletrabajo porque me resulta más fácil concentrarme y no hay tantas interrupciones». Cree que algunas empresas puedan tener cierta resistencia a implantar el teletrabajo por una cuestión que entiende es más cultural que otra cosa. Pero quiere dejar patente que en su caso ha añadido «un plus de motivación, de bienestar, de equilibrio personal y profesional que de otra manera no lo tendría y que es fundamental».