El CGPJ abre la carrera por la presidencia de la Justicia vasca

El pistoletazo de salida se dio precisamente el día en que el cargo cambiaba de manos de forma interina. La presidenta de la Sala de lo Social, Garbiñe Biurrun (Tolosa, 1960), cogía ayer el testigo de Juan Luis Ibarra, que el domingo cumplió 72 años, la edad fijada para el retiro obligado del ejercicio de la Judicatura. Por razones de antigüedad, Biurrun asume el puesto hasta el nombramiento del nuevo presidente.

La jueza guipuzcoana no descarta optar al cargo para los próximos cinco años, aunque anticipa que tampoco hay que darlo por hecho. «Lo tengo que pensar seriamente», resumió en declaraciones a este periódico. Distintas fuentes judiciales consultadas dan por hecho que serán varias las candidaturas a ocupar la Presidencia dejada por Ibarra.

Biurrun, como responsable de la Sala de lo Social del TSJPV, ya sabe lo que es pasar por un proceso de designación ante el CGPJ. De sobrada y reconocida trayectoria profesional, el cargo no le es extraño. Además de en este momento, ya le ha tocado sustituir otras veces al presidente titular, como en algún periodo en el que Ibarra estuvo de baja.

Contaría a su favor también con que, además de los méritos profesionales y de experiencia comunes a cualquier proceso de nombramiento en la carrera judicial, a los candidatos a presidir el TSJPV se les valora cuestiones específicas del cargo, como el conocimiento de la situación de los órganos jurisdiccionales vascos, la especialización en el Derecho Civil vasco, o el conocimiento del euskera.

Un tercer elemento a su favor sería que en las bases se especifica que en la valoración de méritos «se tendrán en cuenta las circunstancias de género», que «podrán ser determinantes de la selección de una candidata en caso de que la ponderación de los méritos determine una igualdad sustancial entre dos o más personas».

En su contra jugaría, sobre el papel, la actual conformación del CGPJ, de mayoría conservadora a la espera de una renovación que se dilata ante la falta de acuerdo entre PSOE y PP. Biurrun, integrante de Jueces para la Democracia, tiene un indisimulado perfil progresista. Los equilibrios entre los vocales del Consejo, a los que se alinea con la derecha y la izquierda judicial, vienen determinando las designaciones en los principales tribunales del país, que requieren mayorías cualificadas.

El otro nombre que suena como candidata, pero que tampoco ha confirmado su disposición, es el de Mercedes Guerrero (La Almunia de Doña Godina, Zaragoza, 1961), presidenta de la Audiencia Provincial de Álava, y miembro de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM). Además de la presidencia del TSJPV, ayer se abrieron otros siete procesos. Entre ellos, para las presidencias de la salas cuarta y quinta del Supremo, o la de la Sala Social de la Audiencia Nacional.