Resaca

Balada de trompeta txuri-urdin

Celebración comedida ·

Asier Illarramendi fue uno de los grandes protagonistas de la noche de fiesta que vivió la Real en la intimidad de su hotel de concentración en Sevilla

Imanol Troyano

San Sebastián

Lunes, 5 de abril 2021, 07:42

En el instante en el que Asier Illarramendi y Mikel Oyarzabal alzaron la Copa al cielo de La Cartuja se dio el pistoletazo de ... salida a una celebración histórica, pero condicionada completamente por la situación sanitaria. Los jugadores no tuvieron la oportunidad de llevar a cabo la clásica vuelta de honor al campo del campeón debido a la ausencia de aficionados y se tuvieron que conformar con festejar su mayúsculo éxito en la intimidad de su hotel de concentración.

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Para cuando la plantilla arribó a su cuartel general en la capital andaluza ya era domingo. Un pasillo humano formado por medios de comunicación y trabajadores del hotel recibieron a los campeones entre aplausos. Illarramendi y Oyarzabal trasladaron la Copa desde el autobús hasta el interior del hospedaje. Algunos jugadores como Barrenetxea, Carlos Fernández, Guevara, Roberto López, Merquelanz, Bautista, Zubimendi y Gorosabel entraron en conga al hotel. Modibo Sagnan, por su parte, no paró de inmortalizar el momento con su teléfono móvil. Dentro del hotel, muchos de los futbolistas se fundieron en abrazos con sus respectivas parejas.

Minutos antes de la cena, Roberto Olabe, Asier Illarramendi, Imanol Alguacil, Mikel Oyarzabal y Jokin Aperribay protagonizaron una bonita fotografía en el vestíbulo con el trofeo de campeones. El salón del hotel acogió la cena que juntó a más de un centenar de comensales, entre de la plantilla, cuerpo técnico, directiva e invitados. El amplio espacio garantizó el mantenimiento de las medidas de distancia de seguridad derivadas de la situación de crisis sanitaria.

Los futbolistas fueron los últimos en acceder al salón y fueron recibidos con una prolongada secuencia de aplausos. Asier Illarramendi fue uno de los grandes animadores de la noche. El mutrikuarra irrumpió en la cena con una trompeta para interpretar el himno de la Real. Fue uno de los momentos más comentados de la celebración. Como Asier Villalibre en el Athletic, Illarra mostró sus dotes musicales con el instrumento para sorpresa de muchos aficionados blanquiazules.

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La noche fue larga. Para algunos jugadores más que para otros. Andoni Gorosabel fue noticia ayer por la mañana cuando la expedición del equipo se disponía a salir rumbo al aeropuerto sevillano. El lateral se quedó dormido y no estaba preparado a la hora en la que la Real debía dirigirse al aeródromo hispalense. El resto de la plantilla ya se encontraba incluso en el interior del autobús.

Esta circunstancia provocó que el vuelo de regreso de la plantilla aHondarribia se tuviera que demorar más de la cuenta. El club había previsto la llegada del equipo a la una del mediodía, sin embargo, debido a este contratiempo, la Copa llegó a Gipuzkoa pasadas las dos de la tarde.

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Finalmente la Real no se ejercitó por la tarde en Zubieta tal y como había anunciado. Illarramendi, Oyarzabal y Elustondo aprovecharon la ocasión para acudir al restaurante Rekondo de Donostia a comer, antes de empezar a preparar un nuevo derbi ante el Athletic este miércoles a las 21.00 horas en el Reale Arena.

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