Edurne Ormazabal: «El nuevo estadio no solo va a beneficiar a la Real, también a la ciudad»

El nuevo estadio de Anoeta no solo va a recibir a las grandes estrellas del panorama futbolístico. Por su recién instalado césped también se espera que pasen ilustres estrellas del mundo de la música, como ya lo hicieran en su día Pink Floyd en 1994, The Rolling Stones en 2007 o Bruce Springsteen un año más tarde, todos ellos en el antiguo y ya extinto feudo amaratarra.

Una de las voces autorizadas para hablar sobre el papel que puede tener el nuevo Anoeta en el apartado cultural es Edurne Ormazabal, actual directora general de Tabakalera. «Donostia tiene infraestructuras de primer nivel en otras tantas áreas. Quizás faltaba que a nivel deportivo también llegásemos a esa cota. Nos habíamos quedado a medio camino. Era necesaria una modernización del estadio y creo que más allá de ser beneficioso para la Real Sociedad, también lo va a ser para San Sebastián. Hay que intentar sacarle el máximo rendimiento a todas las infraestructuras que tenemos. Como aficionada y exprofesional de la música, he disfrutado muchísimo de los conciertos de Anoeta. Ahora vamos a tener un estadio de primer nivel y eso nos va permitir estar en esa primera línea en la que siempre ha estado Donostia, tanto a nivel de giras y como a grupos de primera división»

Si hace escasas veinticuatro horas veían en este serial de reportajes a Alberto López, guardameta txuri-urdin que estrenó Anoeta en un amistoso frente al Real Madrid, Edurne Ormazabal, pese a no haberse calzado jamás unas botas de fútbol, también tuvo el privilegio de estar aquel glorioso día sobre el césped como presentadora de los actos de inauguración del estadio. «Fue superemocionante. Todos los allí presentes estaban muy ilusionados. La gente entendía la mudanza desde Atotxa a Anoeta como un salto de calidad. La llegada a un estadio de primer nivel. Se generó muchísima emoción y creo que ahora está ocurriendo algo parecido, sobre todo gracias a la desaparición de las pistas de atletismo. Los aficionados vamos a estar mucho más cerca de sus ídolos y el equipo lo va a notar. Creo que en los fondos solo va a haber unos ocho metros de distancia. Si a eso le sumas las vallas publicitarias, fotógrafos y recogepelotas, la sensación de cercanía va a ser total para los aficionados que se encuentren en ambos fondos. En Atotxa creo que solo llegué a estar en un solo partido y fue muy bonito. Tenía un encanto especial. Quedan muy pocos estadios con la magia de Atotxa, en la que había una simbiosis perfecta entre el equipo y los seguidores. Creo que ahora muchos clubes de Primera División buscan esa conexión total entre la afición y el propio club, y gracias al nuevo estadio lo vamos a conseguir».

La percepción de cada uno de los invitados que ha pisado el nuevo estadio de Anoeta es diferente. «Lo que más me ha sorprendido es que parece mucho más grande y que las primeras filas están muy cerca de la línea de fondo. Están prácticamente encima. Ahora los aficionados ya no nos podemos quejar y el equipo no tiene excusa para no hacer una buenísima temporada. Ojalá sumemos muchísimos puntos a lo largo de la temporada, empezando por el sábado con el Barcelona. Sería el mejor prólogo que podría tener un libro sobre el nuevo estadio. Además, creo que la nueva piel azul que tiene por fuera la cubierta va a estar iluminada y por la noche va a quedar alucinante, similar a la de otros estadios de Primera División. Muy vistoso para cualquier aficionado o turista que esté de visita por San Sebastián», asegura la directora de Tabakalera.