Real Sociedad - Barcelona de Supercopa: A dos pasos de conquistar un título

Levantar títulos nunca ha sido fácil para un club como la Real. En 111 años de historia dos Ligas, dos Copas y una Supercopa lucen en sus vitrinas. Por eso son tan apreciadas y tan recordadas. No son la esencia del club, pero sí le dan grandeza. No todos pueden presumir de haber ganado la Liga –solo otros nueve clubes más– ni de conquistar la primera Supercopa de la historia, algo que irá ligado para siempre a la entidad txuri-urdin.

Ahora tiene la oportunidad de hacer algo grande, aunque la dificultad es máxima porque para ello tendrá que superar a las dos grandes potencias del fútbol español, Barcelona y Real Madrid, que son los favoritos para conquistar el primer título de la temporada que se pone en juego.

Hoy, en semifinales, tendrá enfrente al conjunto azulgrana, justo en el momento en el que parece haber despertado. Sus tres victorias consecutivas a domicilio en Huesca, Bilbao y Granada le han insuflado nuevos ánimos, y ahora parece aspirar a todo. Algo que se le presupone a un equipo con su presupuesto y que cuenta con Messi, Griezmann, Dembélé, Busquets, Alba, De Jong, Ter Stegen... Así que nada cambia. Enfrentarse al Barcelona siempre es un reto mayúsculo, esté bien o mal.

La Real lo sabe de primera mano porque el 16 de diciembre jugó en el Camp Nou, en el precedente más cercano de un duelo entre ambos equipos. Entonces llegaba aupada por la buena clasificación y una clara ventaja en la tabla, pero el triunfo fue catalán por un mínimo 2-1. Eso sí, en la segunda parte el dominio fue blanquiazul, que dispuso de buenas ocasiones para empatar y jugó todo el tiempo en campo rival. Buenas sensaciones que deben servir para el duelo de hoy.

Cambiar de competición y jugar en campo neutral equilibra el pronóstico. Nada de lo sucedido en las últimas semanas se tiene en cuenta, porque solo vale lo que pase en 90 minutos. Y si algo ha demostrado la Real es que puede competir y ganar a cualquiera. Al Real Madrid lo ha hecho tres veces en dos años, al Atlético la pasada campaña en Anoeta, en diciembre fue capaz de empatar en Nápoles y al Barcelona también le igualó en Donostia hace 13 meses. Es difícil, sí, pero no imposible. Y menos para un conjunto que presenta a Oyarzabal, Isak, Willian José, Barrenetxea, Portu y Januzaj en ataque y que es el segundo menos goleado en la Liga por detrás del Atlético, por mucho que llegue de recibir tres en Sevilla.

A pesar de que la Real no atraviesa su mejor momento de la temporada y no está tan brillante como hace dos meses, hay argumentos para pensar en que puede dar la sorpresa. Uno de ellos es que ha recuperado una buena versión de Isak en la delantera, que lleva dos partidos en San Mamés y el Pizjuán rindiendo a buen nivel. Y tener a un 'nueve' enchufado es algo importante en una competición tan corta. También Barrenetxea está de dulce.

Otro es que la enfermería se va vaciando. No estarán hoy Silva, ni Aritz, pero Oyarzabal ya acumula tres encuentros en sus piernas tras la lesión que le tuvo un mes de baja y se nota positivamente, y Januzaj también pudo jugar minutos en Sevilla después de estar tres semanas parado. Otro que se apunta a la fiesta es Zaldua, ya recuperado. Los que se caen de la convocatoria para medirse a los catalanes son Illarramendi, Merquelanz y López.

En el centro del campo es cierto que Merino lleva muchos esfuerzos acumulados, pero es internacional, y tanto Guevara como Zubimendi son una garantía en la sala de máquinas. Guridi ha vuelto hace poco de una lesión y viene de firmar un partidazo en Bilbao y estuvo bien en Sevilla.

Por último, en defensa vuelve Monreal a la banda izquierda después de ser baja el sábado en Liga por unas pequeñas molestias musculares. Podía haber jugado en Sevilla pero Imanol prefirió no correr riesgos y que estuviera listo para la Supercopa. El navarro es el hombre más experimentado de la zaga y su concurso se nota en las grandes citas. Ahí está su partidazo en Nápoles hace un mes.

En el lateral contrario Gorosabel está cada vez mejor de su tobillo derecho. Después de tres encuentros siendo sustituido, completó el sábado los 90 minutos y llega bien a este compromiso. Todo suma y son buenos argumentos a los que agarrarse para ser optimistas.

La historia de la Real está jalonada de proezas que la han convertido en un equipo grande. Y nunca ha partido de favorita. Cuando ganó la Liga de Gijón todos señalaban al Real Madrid para llevársela, sobre todo después de la experiencia del año anterior en Sevilla, y cuando conquistó la segunda el Barcelona tenía una renta tan amplia que parecía perdida.

Ahora que tanto se recuerda la Supercopa de la 82/83, entonces el gran candidato a ganarla era el Real Madrid. La Real había perdido a Periko Alonso, su pulmón en el centro del campo que había fichado por el Barcelona, y tenía lesionados a Kortabarria, Zamora y Satrústegui. De hecho, cuando se disputó el cuadro blanco iba primero en la Liga y el blanquiazul, octavo.

También en la Copa de Zaragoza que levantó Arconada las miradas se centraban en el Atlético pero el trofeo viajó a Gipuzkoa. Porque si algo ha caracterizado a la Real es su capacidad para dar grandes sorpresas y no perder nunca la fe. Con un motivador como Imanol en el banquillo seguro que hoy da mucha guerra.