Ciudadanos

«Somos fans de las máquinas de la Riso Kagaku Corporation»

– Nos gusta San Sebastián. Lo conocimos al final de un viaje por el sur de Francia. Visitamos Tabakalera, un lugar poderoso. Colaboramos con varios artistas vascos reproduciendo sus obras. Con Omer Zaballa, por ejemplo. En su última obra, exhibida en Eibar, explora las pinturas de camuflaje en periodo de guerra y el 'camuflaje' que sufren cuando son abandonadas. Tenemos en nuestro estudio una galería donde mostramos trabajos de gente tan increíble como Elián Storlavsky, ilustradora uruguaya de ascendencia polaca y sefardí. Vendemos obras de arte y hemos creado una comunidad de 'mecenas' que por tres euros reciben al mes una fotografía comentada... Era lógico que acabásemos colaborando con Arteuparte, un espacio que está en nuestra misma onda y vibra como nosotros.

– Desde luego, el cartel que habéis impreso se ve ya por media ciudad. Os paso la lista de establecimientos...

– Cuando volvamos a Donostia visitaremos algunos, palabra. De hecho, nos afincamos en Gijón porque en esta franja del Norte, desde el Atlántico hasta el Golfo de Vizcaya, entre Galicia y el País Vasco, hay mucha vidilla en torno al grabado, muchos talleres, muchas ferias tipo FIG, el festival de arte sobre papel de Bilbao. Pásanos sí, los nombres de los lugares que se han unido a 'Coco dice'...

– Piripi, tienda de vinos naturales y cervezas artesanas salvajes; el estudio de diseño Morroca, pegadito a la playa de Gros, en Sagüés; templos de material para las artes como La tienda del artista. Boutiques como Pas si simple...

– Es una buena colección. A nosotros nos hablaron de Molupita, Miner (nos contaron que era otro templo, este de la bicicleta y el ciclismo) o delicatessen exóticas como Boui Boui.

– Perdone pero no conozco para nada las máquinas de la Riso Kagaku Corporation.

– Son apasionantes. Japonesas. La compañía lanzó al mercado en 1958 una duplicadora evolución del Mimeógrafo (el ciclostil, la multicopista). De alguna manera perdió la batalla con otras formas de fotocopiado porque era demasiado grande y manchaba demasiado. También porque había que ir metiendo los colores que querías duplicar de uno en uno. Sin embargo...

– ¿Sí? Continuad, por favor.

– Como ha sucedido con los vinilos o con la recuperación de los magnetófonos, las multicopistas Riso han sido adoptadas por numerosos grabadores como máquinas ideales para hacer trabajos de arte porque a una minoría nos encantan la personalidad de sus acabados , lo económicamente asequible que resulta imprimir en ellas y que su tinta se elabore a partir de vegetales como el arroz o la soja, lo que supone una alternativa a las tradicionales, derivadas del petróleo. Se acerca mucho y bien a la serigrafía y aunque sus colores principales son los que tiene el cartel de 'Coco dice', el azul, el rojo y el blanco también se usan...

– ¿Cuáles?

– Maravillas como el naranja fosforito...

– Prodigioso.

– Además es un proceso muy artesanal. Por lo dicho, se estampa por capas así que metes el azul, esperas. Metes el rojo, esperas... Eso no quiere decir que en Ora Labora no utilicemos otras técnicas. Como la calcografía en zinc.

– ¿No están grabados así los Caprichos de Goya?

– Efectivamente. Mordidos en ácido, utilizando una técnica mixta. Goya empleó el aguafuerte, el aguatinta y la punta seca.

– Coco dice que le gusta vuestro nombre, Ora Labora. Le recuerda , ya que estáis en Gijón, al edificio de la Universidad Laboral, impresionante creación arquitectónica de los años 50 donde se quería dar estudios a los hijos de las familias obreras.

– Algo hay. También queríamos darle una vuelta a que ahora todo el mundo usa 'lab' o 'labo' en su nombre. Nos apetecía homenajear a aquellos monjes medievales que, orando y trabajando se rebelaron contra los excesos de una Iglesia decadente y corrupta.