Enrique Azurza | Director de KEA Ahots Taldea

«La música antigua es la mejor escuela para abordar repertorio contemporáneo»

– KEA es un coro de cámara de referencia especializado en la interpretación de música de los siglos XX y XXI. ¿Qué le llevó a fundarlo en 1997?

– Durante mis estudios en Estocolmo tuve la oportunidad de conocer y apreciar una gran cantidad de obras de autores contemporáneos, que aquí no se conocían, y, a la vuelta, junto con mi hermano David, contratenor del grupo, nos animamos a formar el grupo para cubrir ese hueco que estaba sin atender.

–¿Diría que se han cumplido los objetivos que se marcó?

–Seguimos en ello. Hemos cantado un gran número de obras de autores que no se interpretan habitualmente por los coros, debido en gran medida a su dificultad. Y hemos encargado y estrenado otras muchas a lo largo de estos casi treinta años, con especial atención a los compositores vascos y a los más jóvenes.

–¿Cuál es el secreto para sobrevivir casi tres décadas con un repertorio tan infrecuente?

–Sobre todo, nuestro amor por la música coral, la pasión de todos sus integrantes, que tenemos un muy buen ambiente, y... que no nos vemos demasiado (risas). Además, como cubrimos ese hueco del repertorio menos frecuente, somos necesarios para los compositores actuales y para ese público más curioso y ávido de novedades, que también lo hay.

–¿Qué les ha llevado a interpretar tanto música contemporánea como polifonía del Renacimiento y el Barroco?

–Hay ciertas obras corales que requieren de cantantes profesionales, y esa era nuestra primera misión, crear un grupo con cantantes capaces de abordar esas obras de envergadura. Al trabajar primordialmente a capella, la incursión en la música más antigua era una tentación a la que es difícil resistirse, y de vez en cuando nos viene bien la exigencia vocal del Renacimiento para pulir el sonido del grupo.

–¿Qué elementos tienen en común épocas tan alejadas?

–El repertorio antiguo es inagotable y es un placer inmenso el cantarlo, es como un bálsamo frente a las complicaciones técnicas de la música más actual.

–¿Tienen diferentes exigencias vocales?

–En la música antigua hay un fraseo diferente, y la afinación y el empaste son muy exigentes. Al ser piezas eminentemente contrapuntísticas favorecen mucho la escucha de los cantantes. Es la mejor escuela para abordar el repertorio contemporáneo. En este último la armonía es mucho más compleja y también las dificultades rítmicas son mayores.

– ¿Cómo definiría su concierto de hoy?

– Lo hemos titulado 'Lux aeterna', en alusión a la obra estrella del concierto, la pieza homónima de Györgi Ligeti, obra icónica del siglo XX. A partir de ahí, he completado el programa con obras que sugerían la idea de luz desde diversas perspectivas.

– ¿Qué destacaría de esta obra a 16 voces?

– Es de una belleza sobrecogedora, no deja indiferente a nadie. Supone un antes y un después en la escritura para coro del siglo XX. Es absolutamente icónica y nunca se había interpretado en el País Vasco hasta el año pasado, y fue todo un éxito. Para los cantantes es un auténtico 'tour de force', con unas tesituras extremas y una escritura contrapuntística intrincada. Pero más allá de la técnica musical, su efecto en el oyente es hipnótico, profundamente espiritual y emocionante.

– Ofrecen también piezas de autores como James MacMillan, Eric Whitacre o Urmas Sisask.

–Representan diferentes escuelas corales actuales y me parece que equilibran muy bien el conjunto del programa.

– También interpretarán 'Exaudi' de María Eugenia Luc y 'BAT' de David Azurza. ¿Qué dificultades y alicientes tienen?

– Ambas son obras maestras, de lo mejor que se ha escrito en nuestro país en los últimos años y creo que tenemos el deber de reivindicarlas y darlas a conocer.