Cata de vinos crianza en el Restaurante Arzak

Después de unas merecidas vacaciones se retoman las catas con más ganas. Así ha sido esta de crianzas en el Restaurante Arzak.

Y con muchas ganas y energía ha vuelto también el equipo comandado por Mariano Rodríguez, junto a Shua Ibañez y Lucía Morcillo. Nos han hecho sentirnos en casa, como siempre, y se ha podido cumplir con una cata entretenida y, al mismo tiempo, compleja dados los vinos que se presentan.

De una zona de Rioja Alta menos conocida, viñedos centenarios y de altura, donde las bodegas como Tarón trabajan para mostrar el carácter de la tierra en cada vino. Este 2017 es muy afrutado, con fruta roja de baya y los tostados muy ensamblados. En boca es expresivo, con mucho equilibrio, el final es largo y fresco, un vino que huye de la seriedad.

Viña Alberdi 2019 de Bodegas Rioja Alta es uno de los clásicos riojanos con mayor prestigio. Tempranillo de más de 40 años elaborado de manera precisa para que destaquen de entrada las notas de frutas rojas y aparezcan tostados y especias como canela y nuez moscada. En boca es redondo y equilibrado. Un vino notable y gastronómico que va bien con platos tradicionales e incluso con la alta cocina.

Año excelente para la uvada en la Rioja. Este Valserrano Crianza 2019 de Bodegas La Marquesa nace con los mejores augurios para ser un vino con clase. Notas de frutas rojas maduras, frutos secos, especias. En boca entra con solemnidad, se vuelve cremoso, juega con el paladar y al final se vuelve fresco gracias a su acidez. Tiene clase y recorrido para envejecer.

Viña Real Bakeder 2020 es un homenaje al pueblo de Laguardia. De suelos pobres de altura en el mismo término municipal. Es fresco, muy afrutado, con toques especiados de una madera muy bien integrada. Es un vino muy apegado a la tierra, ideal para platos de caza. Un recuerdo de los vinos que se bebían para disfrutar del vino.

Con una selección precisa de varios viñedos para elaborar un vino con un objetivo claro: disfrutar de la gastronomía. Coto Mayor Crianza 2020 en nariz es expresivo con fruta madura. En boca es goloso y fresco, un buen trabajo para integrar la fruta y la barrica. Persistente. Ideal para disfrutar de platos de carne potentes y algunos pescados al horno.

Asúa Crianza 2020 es la expresión de los vinos de Haro, los que gustaban a los harenses. Procedente de viñedos propios en vaso a más de 500 metros de altura. Fragancia y complejidad en nariz gracias a la fruta. Especiado y equilibrado en boca. El final largo expresa todo el carácter goloso y jugoso que tiene el vino.

Bodega Rioja Vega, la única que puede poner el nombre de Rioja en su etiqueta, elabora este Crianza Edición Limitada 2020 de tempranillo y graciano de viñedos de más de 20 años en suelos con mucha personalidad.

Intenso en nariz, fruta negra, madura, especiado, con buena entrada en boca, mucha complejidad. Envolvente y con buena acidez.

Con un coupage principal de tempranillo, mazuelo y graciano, El Rayo 2020 de Olarra vuelve a presentarse como un vino con mucho carácter que sorprende a nuevos consumidores de vinos de calidad. Es profundo, sus aromas son complejos, capaces de mostrar sus frutos negros. En boca su textura es fina con un final largo. La definición de la bodega es impecable: potente, enérgico y vibrante.

La bodega Azpilicueta tiene la capacidad para hacer este estilo de vinos con mucho detalle. Instinto 2020 es una selección de 16 parcelas de pueblos cercanos a la bodega, con racimos seleccionados y recogidos a mano, lo que hace un vino muy expresivo en nariz, fruta roja pequeña, complejidad con las especias y redondo en boca, donde entra fresco y queda largo. De buena guarda.

Los vinos provenientes de suelos con cantos rodados tienen personalidad, como este Monte Real Cuvée 2020, con tempranillo y graciano de más de 40 años. Un vino equilibrado entre los aromas intensos de frutas de baya pequeña y las especias propias de la madera. Intenso en boca y largo, con una persistencia elegante. Un vino que expresa origen de la tierra donde nace.

Bodegas Perica es una bodega familiar de Rioja Alta que desde sus inicios hace los vinos que más gustan en la zona. Vinos sencillos, con fruta y especias de una madera bien ensamblada. Viña Olagosa Crianza 2020 es goloso y fresco gracias a la acidez. El final es jugoso y largo. Hay tempranillo, garnacha y mazuelo, expresividad y equilibrio.

Con la línea de Colección Privada, Bodegas Azpilicueta dio un paso más en el concepto del vino de calidad. El 2019 es tempranillo, graciano y mazuelo para un vino muy intenso en aromas de frutas que se entrelaza con aromas de especias. Regala una entrada en boca fácil, de mucha elegancia y frescura. Un vino para comidas sólidas, carnes a la brasa o guisos.

El paso sólido del Grupo Osborne en Rioja se llama Montecillo, un Crianza 2019 que llama la atención por el ensamblaje de tempranillo y garnacha. En nariz destacan las notas de frutas confitadas y una cereza clara; al final las especias. En boca tiene una entrada sólida y amplia. Resaltan la complejidad, el equilibrio y la frescura de un final largo.

Bodega familiar en Baños de Ebro, pegada a la tradición de los grandes vinos. Dominio de Berzal Crianza 2020 es un vino muy sincero en sus aromas de frutas y especias como la vainilla. En boca es donde destaca toda la fruta y la madera está muy bien enlazada. Es largo, un vino ideal para sentarse a la mesa y empezar con los embutidos y algunos primeros platos.

Azpilicueta Crianza 2020 sigue en su línea de un vino cómodo y fácil para la gastronomía más diversa. Las notas fragantes de la fruta se ajustan con las especias muy sutiles como la vainilla y algo de tostados. La boca es muy equilibrada con una entrada golosa y aterciopelada; fresco al final. Muy versátil para arroces, primeros platos, incluso carnes rojas.

Manteniendo la filosofía de vino de pago y viñedos de más de 30 años, la bodega Fernández de Piérola presenta su Crianza 2020 como un vino que es, sobre todo, gastronómico.

Muy expresivo en nariz, frutas rojas y algo especiado. En boca es fluido y entra con carácter, complejo, aparece la madera con toda su nobleza. Es largo y persistente. Serio y elegante.

De Utiel Requena, la variedad bobal de viñedos con más de 80 años. Este Bobos Finca Casa La Borracha 2021 de Bodegas Hispano+Suizas es un vino único y diferente. Con diez meses de crianza, es expresivo en nariz, fruta madura confitada, setas del bosque y hongos, muy jugoso en boca, llenando el paladar con un final largo y fresco. Complejo con buena guarda.

Pago de Cirsus Cuvée Especial 2018: de Navarra con vientos de influencia mediterránea y con variedades nobles como tempranillo, merlot y syrah, que hacen que este vino sea complejo y lleno de sorpresas. Los aromas evolucionan de fruta madura a especias elegantes. En boca es envolvente, muy expresivo y largo. Catorce meses de crianza es muy adecuado para asados y platos potentes.

Un proyecto joven y divertido con viñedos en Burgos que se toman muy en serio los vinos que se hacen para disfrutar. Neo Crianza 2020, con doce meses de barrica, es muy fragante, mucha fruta madura, toques tostados y especias limpias. En boca es potente con muy buena estructura, complejo y persistente al final. Ideal para carnes, para encuentros entre amigos y para disfrutar con el vino.

La bodega define a su Crianza como su alma mater. Emilio Moro 2021, con sus doce meses de crianza, es el vino que les representa y que lleva el nombre del fundador. Con viñedos de mediana edad en Pesquera de Duero, es un vino muy equilibrado en nariz con frutas negras y especias, un equilibrio que llega a la boca, donde es goloso y profundo. El posgusto es largo, muy elegante.

Leda Viñas Viejas 2019 es un proyecto diferente desde que empezó. Selección de los mejores viñedos de Ribera de Duero, Toro y Cigales. El resultado es un vino singular que destaca en cada copa. Tiene 23 meses de crianza, es muy complejo desde la nariz con fruta roja y madura, con tostados de la madera. En boca es goloso, equilibrado y muy complejo. Es fácil de beber, buscan y encuentran la versatilidad de la tempranillo a través de tres denominaciones de origen para un consumidor que sabe disfrutar.

Los vinos de crianza son los vinos que mantienen a las bodegas y por eso deben ser una seña de identidad, son la mejor manera de que se conozca el estilo de una bodega y nunca pueden defraudar. Las bodegas se aseguran de que este estilo de vinos esté siempre entre los que más apetece tener en una mesa. Los hemos catado para mostrar su calidad y sus diferencias.

Color rojo picota de magnífica intensidad. Anticipa una nariz perfumada, en la que predominan los recuerdos de una abundante fruta roja, acompañada de suaves notas minerales, madera y especias. En boca se presenta potente, fresco y amplio, lleno de matices: frutos rojos, cacao, café con leche, ahumados. Su longitud, suavidad y elegancia dejan un grato recuerdo. Elaborado con uvas tempranillo, graciano y mazuelo.

De color cereza intenso; en nariz, despliega fruta madura en confi tura con un fondo de frutas rojas, con alguna nota de la crianza, tostada y vainilla. En boca, sabroso, carnoso, equilibrado, con buena persistencia final de la fruta. El vino ha estado en reposo durante 12 meses en barricas de roble americano (80 %) y roble francés (20 %). Lo importante es conseguir el equilibrio entre la frescura de la fruta y la dulzura de las barricas.

Tantos contratiempos tenían que dejar su huella. El Rayo Olarra 2020 es un vino con muchísimo carácter. Quizá no sea una coincidencia que su capa sea oscura, que los frutos negros sobresalgan en su aroma y que tenga en boca una textura profunda y duradera. Quizá por eso es un rayo… pero parece un trueno. Crianza maloláctica en barrica nueva de roble americano para potenciar refinamiento y elegancia y 15 meses en barrica nueva de roble americano.

Rojo cereza vivo y brillante con poca evolución. Sin mover la copa, intensos matices a frutos rojos y tonos especiados con algún recuerdo de cremoso. Al mover la copa aparecen aromas de frutos secos, recuerdos a maderas finas y hojarasca de monte. En el ataque es potente, con nervio, muy fresco y expresivo. En el paso de boca se aprecian los taninos y es cremoso y frutal. Retrogusto largo con taninos jugosos y permanecen los sabores a frutos rojos y especiados.

De color granate e intensidad media-alta, limpio y brillante. En nariz mantiene su juventud con aromas a fruta roja, fresa, cereza y toques lácteos, ensamblados con los aromas propios de su crianza en madera, como la vainilla, el café o el tabaco. Entrada en boca golosa, con cuerpo y acidez medio alto, tanino suave que le aporta largura y persistencia. Muy presente también la fruta y la crianza en boca. Ideal para verduras, cocidos, carnes, asados, caza y todo tipo de quesos.

Color rojo cereza intenso con capa alta sin evolución en el borde. En nariz, sin mover la copa se aprecian matices de frutos negros maduros. Agitando la copa sobresalen aromas minerales y bayas silvestres. En boca, en el ataque es cálido, dulce y envolvente, el paso de boca está marcado por sabores a bayas rojas y negras maduras, bien conjuntado con taninos maduros y elegantes. El retrogusto es largo y amable debido a su buena acidez. Crianza de 12 meses en barrica de roble francés y americano.

Atractivo rojo rubí de capa alta, brillante, profundo y con reflejos morados. Buen ensamblaje de los aromas varietales y los aportados por su crianza. Entrada firme, con cuerpo y calidez. Acidez bien ajustada, rico y envolvente. Ligeros matices minerales en el recorrido y final de boca con el recuerdo a fruta negra. Bien estructurado, expresivo y persistente. Fermentación maloláctica en barrica. Trasiegos y crianza durante 14 meses.

Color rojo picota intenso, muy brillante. Aroma a fruta negra y fruta roja, a especias dulces y balsámicas junto con matices tostados y cacao que le dan una gran complejidad. En boca es equilibrado y con sabor a fruta madura. La entrada en boca es agradable, con muy buena estructura y concentración, se perciben taninos maduros y un final sabroso y elegante. Es muy persistente y tiene un posgusto largo y generoso.

Color cereza intenso, bien cubierto. Nariz potente, buena intensidad en aromas procedentes de fruta roja del bosque madura. Muy bien ensamblados. En boca es serio en el encuentro, carnoso y equilibrado, con un buen paso de fruta acompotada e integrado en maderas tostadas y taninos nobles. Retrogusto potente, largo y con personalidad. Crianza: 18 meses con trasiegos semestrales, el 70 % en roble americano y el 30 % en francés, con barricas de 1 a 3 años.

Color muy atractivo, rojo profundo e intenso con matices violáceos. En nariz muestra un carácter limpio y expresivo, dominado por frutas negras como arándanos y moras, con toques de regaliz. Su crianza en barrica de roble le aporta algunas especias y sutiles aromas tostados. En boca es fresco y ágil, con una entrada suave y un final largo. Es versátil para maridar con diferentes alimentos, funciona con carnes a la brasa, aves, verduras estofadas o quesos blandos.

Color cereza con bordes violáceos y capa alta. En nariz se aprecian gran frutosidad, fresas, grosellas… Perfectamente ensamblado con notas tostadas y especiadas de la crianza. En boca es amplio, gracioso, con una marcada acidez y buena estructura que lo hace equilibrado. Con un posgusto largo y vibrante donde aparece fruta negra madura, con notas avainilladas y ligeros ahumados. Crianza de 12 meses en barrica de roble americano.

Color rojo intenso con reflejos violáceos. Aroma complejo, combinando aromas de roble con fruta madura y sotobosque sobre un fondo tostado balsámico. Sabor lleno, graso y con paso de boca majestuoso, combinando el equilibrio del tanino elegante con buen peso de fruta y un final muy noble con recuerdos al tostado ligero de la madera y una buena acidez. Tómelo con carnes a la brasa, asados, guisos de carnes rojas o quesos curados.

Color granate oscuro, con notas púrpuras. Interesante complejidad aromática en la que destacan el regaliz y los frutos del bosque. Todo ello, en perfecto equilibrio con los aromas procedentes de la crianza en barrica, frutos secos, cafés, vainillas... En boca, tiene un paso largo, marcado y suave gracias a un tanino dulce y bien integrado. Es un vino retronasal complejo e interesante, además de persistente. Perfecto para maridar con alimentos de la dieta mediterránea.

Color rojo granate de buena intensidad. En nariz es complejo y expresivo donde el carácter de la añada se traduce en un interesante equilibrio entre las notas frescas de la fruta roja típica de la variedad con matices más maduros de fruta negra, café y especias, como la vainilla o el clavo. En boca es equilibrado, con una estructura media y tanino muy goloso. De paso fácil, pero conservando la personalidad y un posgusto persistente y muy agradable.

Color rojo cereza de media-alta concentración. En nariz es polifacético e intrigante, con especias combinadas con conservas de fruto rojo, así como con chocolate. En boca es envolvente, llenando por completo la boca. Rico y suave, con taninos sin defectos. Syrah soleado y expresivo. Tempranillo serio y merlot sedoso, largo y potente posgusto.

100 % tempranillo. Color cereza. Aroma amaderado, roble nuevo y chocolate. En boca es potente, estructurado y sabroso, con retronasal ahumado.

Color rojo picota brillante, con irisaciones azuladas. De capa alta, intenso. Aromas de fruta roja acompañadas de notas dulces y de pastelería. Aparecen notas de toffee y caramelo de fresa con nata. Con una entrada agradable, en la que aparece mucha fruta roja que nos recuerda al tempranillo, acompañada de una equilibrada acidez y cuerpo de la garnacha. Un tanino pulido y bien integrado con las notas afrutadas. Un vino placentero, largo y que deja huella.

Capa de color rojo picota con irisaciones violáceas que denotan su juventud. En nariz presenta alta intensidad aromática, destacando notas varietales de tempranillo. En boca es un vino con cuerpo y estructura que presenta una entrada amplia, con volumen, taninos finos y carnosos y de larga persistencia en el posgusto. Como debió de ser beber un Viña Real en los años 20, antes de empezar su larguísima crianza en madera.

Intenso color rojo picota. Muy buena capa, limpio y brillante. Potente en aromas de frutos del bosque, muy bien integrados, y todos ellos armonizados con aromas procedentes de la barrica. Estructura envolvente y entrada potente con ligera acidez, goloso y elegante. Larga persistencia en boca con recuerdos a los aromas. Nos deja un final envolvente, jugoso y lleno de frutosidad. El tiempo de crianza es de 18 meses.

Carácter marcado por notas especiadas y una concentración que deleita el paladar. En nariz, se descubren aromas de frutas rojas maduras, como cerezas y ciruelas, que se entrelazan con toques de vainilla y pimienta negra. En boca, su estructura es robusta, ofreciendo una textura suave y un final persistente que invita a seguir disfrutando de su sabor. Este vino tinto es una elección segura para quienes buscan intensidad y equilibrio.

Un vino de capa alta, brillante, de color granate e intensos tonos de cereza picota en el borde de la copa. En nariz sobresale su intensidad aromática a frutas maduras, fresas, frambuesas y mora roja, que redondean las amables notas balsámicas de vainilla, caramelo, canela, clavo y nuez moscada. En boca entra redondo, equilibrado, con una amable frescura inicial y con taninos dulces y redondos, dando paso a un retrogusto largo, frutal y balsámico, tan característico de Viña Alberdi.