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Una mujer entra en los baños públicos de la playa de la Zurriola, donde ocurrieron los hechos. UNANUE
Retienen a un varón que espiaba a mujeres en el baño de la playa de la Zurriola en San Sebastián

Retienen a un varón que espiaba a mujeres en el baño de la Zurriola

La Ertzaintza ha imputado al varón, de 38 años, que ha protagonizado otros hechos similares en el pasado en Donostia

Juanma Velasco

SAN SEBASTIÁN.

Viernes, 31 de agosto 2018, 06:38

«Llevábamos tiempo detrás de él. No era la primer vez que alguna mujer se había quejado de que un hombre espiaba dentro de los baños. Por eso, en cuanto oímos que una chica gritaba, no lo dudamos y fuimos a por él». Los trabajadores de las instalaciones del club Groseko de la playa de la Zurriola y bañistas redujeron y retuvieron el pasado lunes a un hombre que, supuestamente, llevaba tiempo espiando a las mujeres en los baños del citado arenal donostiarra. Lo que se conoce como un 'voyeur'.

Según relataron, el hombre se encerraba en el baño para discapacitados y, a veces por unos agujeritos y otras veces sacando la cabeza por arriba o por debajo del que separa cada servicio, intentaba ver a las mujeres que entraban en el WC.

Ante la atenta mirada de los bañistas de la playa, los trabajadores retuvieron al hombre, de 38 años, durante media hora, hasta que la Ertzaintza procedió a identificarle. Según fuentes del Departamento de Seguridad, se le imputa un delito de violación de la intimidad, a la espera del tipo penal que decida el juez. «Una de las mujeres que se sintió observada interpuso una denuncia», añade la Ertzaintza.

Fuentes consultadas por este periódico confirman que el hombre ha protagonizado en el pasado hechos similares a los que supuestamente cometió en los baños de la playa de Gros y ha sido identificado por distintos cuerpos policiales por estas acciones.

Una joven le sorprendió cuando se encontraba dentro del WC y gritó hasta que logró ayuda

«¡Es él, es él cogedle!», gritó la joven tras sorprender su cabeza bajo el que separan los baños

Según confirma la Ertzaintza, los hechos ocurrieron a las 18.00 horas de la tarde del pasado lunes, en la playa de la Zurriola, en los baños públicos más cercanos a la zona de Sagüés, de cuya limpieza se ocupan los empleados del club Groseko.

El relato que viene a continuación parte de los trabajadores de la entidad deportiva. «El año pasadodo había ocurrido algo similar y hace tres semana una chica sorprendió a un hombre espiándole en el baño. Por eso, cuando el lunes por la tarde oímos los gritos de una mujer, no lo dudamos y salimos a por el hombre», cuentan.

«Estate quieto»

La mujer, de alrededor de 30 años, gritaba: «¡Es éste, es éste. Me estaba espiando. Cogedle!», al tiempo que trataba de retener a un hombre, al que tenía agarrado. «Salimos corriendo y le atrapamos enseguida. Le dijimos, 'estate quieto'», relatan los trabajadores del club Groseko, que retuvieron al varón y dieron aviso a la Ertzaintza. «Enseguida se montó un corro alrededor de nosotros, lleno de bañistas y curiosos», cuentan. Mientras, el hombre, repetía: «Yo no he hecho nada, yo no he hecho nada».

Según relataron los trabajadores, el varón estaba sudando después de haber pasado varias horas dentro del baño de discapacitados. «Desde allí se las apañaba para mirar por unos agujeros a los servicios de chicas que hay a cada lado. Yo mismo los sellé con silicona hace dos meses y él los debió de volver a abrir. Otras veces, en cambio, agachaba la cabeza y miraba por debajo o lo hacía por arriba de los es que separan los WC», recuerdan.

En este caso, la joven que dio el grito «le sorprendió mirando por debajo del que separa ambos baños. Se encontró su cabeza, le pilló y salió corriendo a por él. Fue muy valiente. Lo hizo tan rápido porque a su amiga le había ocrurrido lo mismo hace dos semanas y estaba atenta». De hecho, mientras llegaba la Ertzaintza, apareció la amiga y «corroboró que era lamisma persona que había visto la otra vez espiando en el baño».

A la media hora llegaron finalmente dos patrullas de la Ertzaintza. «Se llevaron al hombre dentro de las instalaciones del club y las mujeres afectadas interpusieron la denuncia correspondiente», relatan los trabajadores del club Groseko.

Fuentes de la Ertzaintza confirmaron a este periódico que el hombre, de 38 años, fue trasladado a dependiencias policiales donde, después de tomarle declaración, quedó en libertad imputado por un delito de violación de la intimidad, a la espera del tipo penal que finalmente decida en su caso el juez. Asimismo, la Policía Autonómica confirma que una de las mujeres presentó una denuncia contra el hombre.

Hechos desde 2005

Otras fuentes consultadas por este periódico señalaron que el imputado en cuestión ha protagonizado en el pasado hechos similares de vouyerismo en San Sebastián por los que ha sido identificado también por distintos cuerpos policiales. Las mismas fuentes aseguran que esos hechos se remontan al menos al año 2005.

El del lunes en la playa de la Zurriola no es el único caso de este tipo conocido en las últimas semanas en la capital donostiarra. En la pasada Semana Grande de San Sebastián, la Ertzaintza detuvo a un hombre por colocar cámaras para espiar a mujeres en los baños públicos.

Según relataron fuentes del Departamento de Seguridad, la detención ocurrió de madrugada. Un particular alertó de la presencia de un individuo que vagaba por las inmediaciones del Muelle.

En el momento en el que le dieron el alto, el hombre, de 53 años, recogía una pequeña cámara del suelo. Preguntado por lo que hacía en aquel lugar con la cámara, el individuo aseguró que había colocado seis cámaras para grabar a mujeres que se acercaban al lugar con la intención de orinar.

Los agentes de la Ertzaintza le detuvieron por un presunto delito de agresión a la intimidad de sus víctimas.

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