La UE reclama a Israel e Irán la «máxima moderación» para evitar una guerra regional

Estados Unidos mantiene este sábado también una estricta cautela en sus declaraciones y pasos sobre Oriente Medio, a la espera de conocer la reacción de Irán a los ataques de la pasada madrugada por parte de la fuerza aérea israelí. El Gobierno ha emitido un único y breve comunicado desde el Departamento de Defensa en el que reitera su «ferreo compromiso» con la seguridad del Estado hebreo y su «derecha de autodefensa» ante la «amenaza de Irán». El presidente, Joe Biden, ha confiado que «éste sea el final» de la espiral.

El Pentágono ha mantenido en las últimas horas un canal de comunicación permanente con el ministro de Defensa Yoav Gallant, quien ha informado al Estado Mayor estadounidense de cada detalle de la operación 'Días de arrepentimiento'. Washington ha reforzado una vez más (ya son varias desde el comienzo del conflicto en Oriente Medio hace un año) la protección de su personal diplomático y militar en la región. Una de sus preocupaciones principales ahora es la reacción que muestren los 'proxys', las organizaciones radicales como Hezbolá, Hamás y Yihad Islámica de carácter proiraní.

Estados Unidos ha procurado dejar claro especialmente que no tiene nada que ver con la planificación militar de los ataques. Es más, varios medios del país dejan caer esta mañana en sus informaciones que el Pentágono habría estado muy encima del Gobierno israelí para que su anunciada respuesta a los dos ataques del régimen de los ayatolá perpetrados entre agosto y el 1 de octubre con el lanzamiento de drones y misiles fuera «proporcional». El propio presidente Joe Biden participó en las sesiones del equipo de Seguridad Nacional para convencer a Israel de minimizar los riesgos civiles y no desatar una réplica devastadora. «Eso parece haber sido precisamente lo que ha ocurrido», han señalado fuentes cercanas.

Rusia, por su parte, ha expresado una profunda inquietud por la posible «escalada explosiva» de las hostilidades entre los dos países. «Instamos a todas las partes implicadas a que ejerzan moderación, detengan la violencia y eviten que los acontecimientos se conviertan en un escenario catastrófico», ha declarado el Kremlin en un comunicado.

La cadena Sky News Arabia ha informado de que Moscú habría anticipado al Gobierno iraní la operación en curso del ejército hebreo horas antes de que se produjera. En esta comunicación también habría trasladado algunos detalles de que se trata de una ofensiva moderada contra objetivos militares, en orden a que las fuerzas de la Guardia Revolucionaria no se movilizasen y tuviera lugar una confrontación a gran escala. Esta información confirmaría que el bombardeo había sido previamente consensuado entre los dos bandos a través de intermediarios para bloquear el peligro de una guerra absoluta. Israel habría garantizado que no atacaría plantas de tratamiento nuclear ni instalaciones centrales del ejército islámico. Horas después, Netanyahu desmintió que su gabinete hubiera emitido aviso alguno.

La alarma por este nuevo choque entre las dos potencias de Oriente Medio se ha extendido por Europa. El primer ministro británico, Keir Starmer, y el canciller alemán. Olaf Scholz, han apelado al régimen iraní y considerado que «no debe responder», sino, al contrario, contribuir a la «desescalada del conflicto».

En la zona, Emiratos Árabes Unidos ha condenado los bombardeos israelíes y exigido la «máxima moderación» a partir de ahora entre los dos países. Muestran «su profunda preocupación por la continua escalada y su impacto en la seguridad y la estabilidad regionales», según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, que subraya a la «importancia de ejercer los más altos niveles de moderación y sabiduría para evitar riesgos y la expansión del conflicto».

El Reino de Arabia Saudita ha rechazado los ataques israelíes y reiterado quela inestabilidad creciente en la región «amenaza la seguridad y la estabilidad de los países y pueblos». En el mismo sentido, Catar ha denunciado una «flagrante violación de la soberanía de Irán» y ha pedido a «todas las partes implicadas que muestren moderación y resuelvan sus diferencias mediante el diálogo y medios pacíficos».

Siria, por su parte, ha reconocido el «legítimo derecho de Irán a defenderse» mientras Pakistán arroja sobre Israel la «responsabilidad» de la «extensión del conflicto».