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El terremoto que ha causado en el fútbol el fichaje de Neymar Junior por el Paris Saint Germain ya se deja sentir en San Sebastián. Y las consecuencias son de lo más dañinas. El Barcelona acaba de perder a uno de sus jugadores bandera, pero a cambio tiene la billetera llena y puede pescar en cualquier campo. Y se ha fijado en Donostia y en un jugador: Iñigo Martínez. El club azulgrana ha ado ya con el entorno del defensa para comunicarle su interés y está dispuesto a pagar los 32 millones de euros de cláusula de Martínez, según la información a la que ha tenido este periódico.
De momento, la Real Sociedad, que no quiere vender al jugador, no tendría comunicación oficial de la operación por parte del Barcelona, aunque oficiosamente está al tanto de los movimientos y los os. Y el futuro de Iñigo Martínez en el club donostiarra tiene los días contados. No solo porque el Barcelona esté dispuesto a pagar la cláusula, sino porque el jugador ha manifestado que quiere cambiar de aires y marcharse al FC Barcelona, donde le espera un contrato importante y la posibilidad de jugar en uno de los clubes punteros, que gana títulos una campaña sí y otra también.
La Real no quiere desprenderse de una de sus joyas, pero ante la voluntad del jugador no podrá hacer nada si el Barcelona ejecuta la cláusula de rescisión de contrato y deposita el dinero en la Liga de Fútbol Profesional.
Así están las cosas. El sorpresón del fichaje de Neymar por parte del PSG ha hecho un siete en el seno del Barça, que no ha tardado tiempo en mover ficha en el tablero del fútbol. De la noche a la mañana se ha encontrado sin una de las ‘patas’ de la temible delantera MSN (Messi, Súarez y Neymar), pero con dinero fresco para fichar (222 millones de euros) y reforzar todas sus líneas. Estos días se han escuchado una ristra de nombres candidatos a engrosar la delantera del Barça para acompañar a Messi. Que si Iñaki Williams (Athletic), que si Coutinho (Liverpool), que si Dembelé (Borussia Dortmund)...
Al final, el club culé ha empezado por la defensa –tiene tres centrales: Piqué, Umtiti y Mascherano– y su objetivo número uno es Iñigo Martínez, de 25 años. El jugador de la Real, que no viajó a la gira de Holanda por una lesión muscular, está dispuesto a dejar la Real. Así se lo ha comunicado al club con la oferta del Barcelona y así lo hizo anteriormente cuando han llegado otras propuestas en los últimos meses.
Porque el Barcelona no ha sido el único club que ha llamado a su puerta, después de la colosal campaña que el de Ondarroa cuajó la temporada pasada. Según fuentes consultadas por este periódico, el Inter de Milán se puso en o con el entorno del jugador para ficharle. Iñigo estaba dispuesto a irse al club italiano pero la operación no cristalizó. La Real no estaba por la labor de negociar por un jugador de peso en la plantilla y finalmente el Inter no quiso ejecutar la cláusula de rescisión de 32 millones de euros.
Tres cuartas partes de lo mismo ocurrió con el Manchester City, que también mostró su interés de fichar a Iñigo, y que se encontró con la negativa de la Real a venderlo. El fichaje se truncó porque el equipo en trenado por Pep Guardiola tampoco se decidió a pagar la cláusula.
Finalmente, todo indica que será el Barça el que abone los 32 millones y se lleve al de Ondarroa que, no hay que olvidarlo, renovó con la Real Sociedad el pasado año. Su contrato actual se alargaba hasta 2021, con la particularidad de que su cláusula de rescisión descendería a los 25 millones a partir de 2019.
Ante la más que probable salida de Iñigo al Barça –solo un giro inesperado puede impedir la operación–, la Real Sociedad ya ha empezado a moverse en el mercado para incorporar un central que complete la plantilla.
Eso sí, de momento, las espaldas están cubiertas. La incorporación de Diego Llorente a la plantilla llegaba para reforzar una zaga que este año tiene que hacer frente a tres competiciones con garantías.
La solvente actuación del madrileño en el último partido contra el Groningen junto a Navas, la hasta ahora pareja de Iñigo en el eje de la defensa, dejan patente que el equipo tiene la retaguardia a cubierto. Junto a ellos, Aritz Elustondo ha cuajado buenos partidos en la pretemporada.
Pero hace falta un cuarto central. Con 32 millones en las arcas a la vuelta de la esquina, la Real ya ha activado la maquinaria para hacerse con los servicios de un central solvente. Eso sí, el club no va a tirar la casa por la ventana ni traer nada que no mejore lo que hay en Zubieta.
Desde su posición de central zurdo, Iñigo Martínez ha sido uno de los referentes de la Real Sociedad durante sus seis temporadas. Tras brillar en el Sanse –fue internacional sub 20 con Julen Lopetegi–, irrumpió en el primer equipo con 20 años en la pretemporada de 2011. Con su carácter, buen manejo de balón y juego aéreo, encandiló a Philippe Montanier. Aún con ficha del filial, debutó en la Liga el 27 de agosto en El Molinón. Con gran olfato goleador para un defensa, su primer tanto dio la vuelta al mundo en octubre de 2011, ya que con un zurdazo desde su campo marcó ante el Athletic en Anoeta. En noviembre metió otro golazo similar en el campo del Betis que permitió salvar su cabeza a Montanier, que acabaría llevando al equipo a la Champions League. Ha jugado 222 partidos oficiales con la Real y ha sido internacional absoluto con Vicente del Bosque y luego con Lopetegui.
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