Finaliza con el peor guion

No vi a un Eibar líder en Santo Domingo. Su fútbol, para lo que se jugaba, fue a impulsos. Gozó de ocasiones, pero no las aprovechó. Faltó el acierto. Vuelve a vivir una promoción. Han sido muchas a lo largo de su historia, pero esta cuenta con una dimensión especial. No subir directamente es un duro revés, un fracaso en toda regla, dado que el Eibar era el firme candidato a ocupar una de las plazas, pero la fotografía que ha quedado reflejada es el peor de los escenarios pensados para un Eibar que debe autoconvencerse y hacer terapia para salir de este atolladero.

Habrá que esperar a la promoción, que esperamos que no sea fatídica porque, de serlo, el Eibar entraría en un futuro muy complejo. El cuadro armero se enfrentará al Girona, primero allí y después en Ipurua. Los méritos ponen a cada uno en su sitio y en este caso el Eibar no ha merecido estar entre los elegidos para ascender al final de la liga regular. Debe esperar.

El Alcorcón ya avisaba de que era un equipo peligroso en las últimas jornadas. Nadie se puede escudar en la motivación del cuadro alfarero para justificar esta derrota. Al Eibar no le he visto fresco en las últimas jornadas, sus victorias han estado al filo del alambre. Ganó al Tenerife y ofreció buena imagen, pero también cabe apuntar que el cuadro chicharrero vino pensando en su asegurado playoff. Sin desmerecer el triunfo azulgrana, pero es una sensación que, personalmente, me quedó.

En fin, a pensar en la promoción, una oportunidad más que hay que trabajarla para que la temporada llegue a buen puerto y se logre el ansiado retorno a Primera. Se ha tocado con las yemas de los dedos el ascenso, pero en los momentos decisivos ante Valladolid y Alcorcón se ha tropezado estrepitosamente. No queda otro remedio que levantarse.