Caminar con bastones: la actividad física que cada vez recomiendan más expertos y es beneficiosa para la salud

Cada vez son más los asiduos a la marcha nórdica, un deporte que implica caminar con bastones similares a los utilizados en el esquí que ha ganado popularidad en los últimos años y se ha consolidado como una actrividad física practicada por miles de personas y recomendada por los expertos por sus incontables beneficios para la salud.

Asentada como una disciplina competitiva a nivel internacional, ya sea en el campo, la montaña, la playa o incluso en las ciudades, desde hace tiempo no es raro ver a aficionados de esta práctica que salen a pasear en parejas, grupos e incluso de manera individual.

Aunque en la actualidad ha ganado popularidad, lo cierto es que no se trata de un deporte nuevo. Su origen remonta a la Finlandia de la década de 1930, donde se utilizaba como método de entrenamiento para esquiadores de fondo durante los meses sin nieve. Ya en la década de 1960, los atletas finlandeses comenzaron a utilizar los bastones en sus preparaciones para carreras de larga distancia, lo que dio lugar a la creación del sauvakävely o marcha con bastones. A lo largo de la década de 1990, este deporte comenzó a ganar popularidad en Europa, especialmente en Alemania y Austria, y a principios de los 2000 se expandió rápidamente a Estados Unidos y Canadá, donde cautivó a los entusiastas del fitness.

Una de las principales razones por las que la marcha nórdica se ha hecho tan popular es la versatilidad que ofrece, siendo apta para personas de todas las edades y niveles de condición física, desde deportistas profesionales hasta caminantes ocasionales. Además, este ejercicio se ha integrado en programas de rehabilitación y es recomendado por médicos debido a sus beneficios para la salud.

Su principal ventaja radica en ser un ejercicio cardiovascular de bajo impacto, lo que permite realizarlo sin generar un exceso de presión sobre las articulaciones. Aunque comparada con la caminata tradicional, la marcha nórdica no presenta grandes diferencias, el uso de los bastones ayuda a distribuir el peso por todo el cuerpo, favoreciendo el esfuerzo en todo el cuerpo y reduciendo el impacto en las extremidades inferiores.

Numerosos estudios respaldan los beneficios de esta disciplina. En particular, se ha demostrado que es especialmente beneficiosa para mujeres posmenopáusicas, personas mayores con diabetes mellitus, mujeres que han padecido cáncer de mama, pacientes con enfermedades cardiovasculares, personas con Parkinson y quienes se encuentran en rehabilitación cardíaca.

Además de los beneficios físicos, la marcha nórdica también impacta positivamente el bienestar emocional y general de quienes la practican. Debido a sus efectos positivos, los expertos sugieren que se prescriba a personas con obesidad o sobrepeso. Tanto es así que este año en España se ha iniciado un estudio pionero para investigar los posibles beneficios de la marcha nórdica en pacientes asmáticos, lo que podría abrir nuevas puertas para un enfoque terapéutico activo en el futuro.

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