La semana más convulsa de DYA Bizkaia

Los periodistas buscaban respuestas. Había sido la nueva dirección de la entidad sin ánimo de lucro la que había iniciado el proceso judicial contra Izagirre y hasta una decena de personas más por hacer negocios y operaciones en su propio beneficio y a costa de la DYA Bizkaia. La peor semana de la ONG fundada en 1966 en Bilbao por el doctor Juan Antonio Usparitza acababa de empezar. Y llega en un momento en el que el organismo atraviesa una grave crisis económica.

«Lo hemos hecho muy a nuestro pesar. Lo que queremos es salvar la DYA», insistía la nueva dirección vizcaína a los periodistas. Desde entonces no han querido hacer comentarios de la querella presentada en los juzgados. Se limitaron a señalar que, poco después de asumir la dirección del organismo, realizaron una auditoría interna que destapó una serie de «operaciones anómalas». También dijeron que fueron sus servicios jurídicos los que aconsejaron llevar el caso a los tribunales para «delimitar responsabilidades».

Los teléfonos también timbraban en el Gobierno Vasco y en el grupo municipal del PNV de Galdakao pidiendo explicaciones. Izagirre apenas llevaba un año como director de Emergencias, cargo al que accedió en sustitución de Pedro Anitua. Desde el Departamento de Seguridad -del que depende la dirección de Emergencias- no quisieron entrar en detalles y se limitaron a asegurar que su marcha se materializó «a petición de él y por motivos ajenos a su relación con el cargo de director». También desde el PNV de Galdakao apuntaron a «cuestiones personales» para explicar su salida. Lo cierto es que hacía sólo unos días que Izagirre había entregado ya el carné del partido.

Desde el miércoles los teléfonos de la DYA han seguido sonando. Muchas llamadas también de socios y voluntarios preocupados. «No hemos tenido otra opción que denunciar si queremos salvar a la DYA», explicaban. Desde entonces han ido trascendiendo nuevas informaciones sobre las supuestas irregularidades cometidas por Izagirre y sus socios que se reflejan en la denuncia.

Según ha publicado este periódico en los últimos días, el grueso de las supuestas irregularidades se han cometido en Cataluña y giran en torno a una empresa en concreto: Emerplus, de la que dependen otras firmas que fueron istradas por Izagirre. Una de ellas -también importante en la investigación- es Global Formación Plus. Emerplus fue creada en 2005 y, en principio, era la sección responsable del área formativa y de los concursos de ambulancias. Según las fuentes consultadas, entre las «anomalías» detectadas se encuentran documentos de transacciones comerciales que «no se corresponden con la realidad».

En teoría, las supuestas ganancias de estas empresas -una de ellas gestiona el centro de formación de seguridad Can Padró (en Sant Vicenç de Castellet, Barcelona)- debían ir a parar a las arcas de la DYA Bizkaia. La nueva dirección cree que, sin embargo, muchas de las operaciones en Cataluña las realizaron en su beneficio personal. Incluso utilizando documentación falsa para justificar transacciones que no se llegaron a realizar.

La investigación se centra en Cataluña. Pero también se han denunciado otra serie de irregularidades. Por ejemplo, los pagos que supuestamente realizó Izagirre con la Visa de la entidad: muebles, material de construcción, una noche de hotel a 800 euros, botellas de alcohol a 600 euros... Lo cierto es que la investigación no ha hecho más que empezar.