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Iñaki Juez
Miércoles, 16 de diciembre 2015, 12:45
"Luke, yo soy tu padre". Esa frase de 'El imperio contraataca' marca el momento culmen de la primera trilogía de 'La guerra de las galaxias'. Ni tan siquiera la emocionante destrucción de la Estrella de la Muerte se puede comparar a esta escena donde se funden a la perfección dos géneros tan dispares entre sí como la ciencia ficción y el culebrón latinoamericano. Con su sorpresiva confesión, el personaje de Lord Darth Vader, concebido para la primera película casi como un robot sin sentimientos a las órdenes del malvado emperador galáctico, se humanizaba ante los ojos del espectador. Y todo ello sin necesidad de que David Prowse, nacido en la localidad inglesa de Bristol el 1 de julio de 1935, se llegara a quitar la máscara que ocultaba su verdadero rostro.
De hecho, no lo hizo en ninguno de los filmes rodados entre 1977 y 1983, lo que explica que, pese a encarnar al villano más famoso de la historia del cine, el actor británico sea un gran desconocido para la mayoría de los mortales, salvo para los fans de 'Star Wars'. Para reparar en parte tanta injusticia, el 20 de noviembre llegó a los cines 'I am your father', un documental español en el que se le rendía un sentido homenaje tan solo un mes antes del estreno de 'Star Wars: El despertar de la Fuerza', la séptima y esperada entrega de la saga cinematográfica más famosa de todos los tiempos a cargo del afamado director J.J. Abrams.
Pese a dar vida a un personaje vital como Darth Vader, lo cierto es que David Prowse nunca gozó de la enorme popularidad de otros actores de la saga como Alec Guinness, Mark Hamill, Carrie Fisher o Harrison Ford. Algo totalmente lógico si tenemos en cuenta que Anakin Skywalker, el discípulo preferido del emperador Palpatine (Darth Sidious para los amigos) fue, en realidad, interpretado por cuatro personas distintas en la trilogía original. Casi nada. De las escenas con un sable láser de por medio se encargó el especialista en esgrima Bob Anderson, ya que el británico era un auténtico desastre con el uso de la espada.
Pero lo que realmente le impidió alcanzar la gloria por el papel de su vida fue la decisión de George Lucas de utilizar la grave y "oscura" voz de James Earl Jones al servicio del malvado personaje, algo que parece que tenía claro desde el principio. Y más teniendo en cuenta que al pobre Prowse le apodaron durante el rodaje de 'Star Wars' Darth Famer (granjero, en inglés), debido a su marcado acento rural que provocaba de todo menos terror, tal y como reveló en 2004 Carrie Fischer, la inolvidable princesa Leia y su hija en la ficción, durante una entrevista.
Una mera marioneta
Y más cruel que el mote fue el hecho de que el director estadounidense, del que jamás recibió instrucción alguna durante la filmación de 'La guerra de las galaxias', le ocultara sus maquiavélicos planes. Incluso le llegó a prometer que volvería a grabar sus diálogos en un estudio de sonido, ya que el casco, además de impedirle ver con claridad, provocaba que no se le entendiera bien cuando los recitaba en el momento del rodaje. Una jugarreta digna del mismísimo Darth Vader que, como es lógico, no le sentó nada bien. De hecho, no se enteró hasta el mismo día del estreno que James Earl Jones se había apoderado, muy a su pesar ya que siempre defendió el talento interpretativo del británico, de su personaje. De esta forma, pasaba a ser una mera marioneta sin voz ni voto en manos del insensible padre de la trilogía ambientada en una galaxia muy, muy lejana...
Pero George Lucas le reservaba un último y especialmente doloroso agravio. Una de las escenas más importantes de 'El retorno del Jedi' es cuando Darth Vader, a punto de morir, le pide a su hijo que le quite la máscara para poder verle sin ella. Al ser James Earl Jones un actor negro, le descartaba para protagonizar tan emotiva escena y lo lógico es que, por fin, Prowse pudiera dar vida al villano en sus últimos momentos mostrando al público su verdadero rostro y voz a modo de resarcimiento por tanto ninguneo durante toda una trilogía. Pues ni por esas. El director estadounidense eligió a otro actor británico, Sebastian Shaw, para ese emotivo momento, rodado en secreto en un set contiguo al que David Prowse se encontraba en ese instante y convenientemente protegido por personal de seguridad para evitar que pudiera entrar en él.
Tampoco intervino en otra escena, mucho menos importante, en el que, ya convertido en fantasma de la fuerza, aparece sin ninguna secuela física como Anakin Skywalker junto a Yoda y Obi Wan Kenobi. Curiosamente, en una de las reediciones de esta tercera parte, la figura espectral de Shaw sería borrada digitalmente y sustituida por la del actor Hayden Christensen, que encarnaría con más pena que gloria al padre de Luke y Leia en los episodios 2 y 3. A su vez, y rizando el rizo, el propio Christensen también sería doblado por James Earl Jones (en España por el añorado Constantino Romero) cuando se pone el traje de Darth Vader para enlazar así la nueva trilogía con la original. Está claro que Lucas no se casa con nadie.
Exculturista y campeón de halterofilia
A estas alturas de la película, y nunca mejor dicho, uno no puede dejar de pensar si David Prowse era tan mal actor como para merecer semejantes humillaciones. Echando un vistazo a su curriculum, está claro que no. En su juventud, Prowse tenía un poderoso físico ganado con esfuerzo, primero como culturista y posteriormente como tricampeón de halterofilia del Reino Unido en los años 60. Su imponente aspecto le permitió dar el salto al teatro y poco después al cine encarnando al mismísimo monstruo de Frankenstein para la Hammer, la afamada productora británica de películas de terror, para la que también trabajó Peter Cushing, que dio vida de forma magistral al malvado Gran Moff Tarkin en la primera parte de la trilogía, y Christopher Lee, que interpretó con gran solvencia al villano Conde Dooku en los episodios 2 y 3 pese a su avanzada edad.
Pero Prowse no era tan solo un hombre de un físico extraordinario con sus dos metros de altura y sus 120 kilos de peso en los años 70, lo que le hacía especialmente idóneo para un personaje de la talla, y nunca mejor dicho, de este caballero jedi que se pasa al lado oscuro. Sus dotes interpretativas no pasaron inadvertidas para el mismísimo Stanley Kubrick que le escogió para encarnar a Julian, un gigantesco guardaespaldas en 'La naranja mecánica'. Posteriormente, se convirtió en 1975 en un personaje muy popular para los niños de su país al interpretar al 'Hombre verde', una especie de superhéroe para una campaña de seguridad vial que duró nada más y nada menos que diez años. Incluso llegó a recibir la Orden del Imperio Británico por su papel. Por todo ello, no resulta extraño que se convirtiera en el entrenador personal de Christopher Reeve para que pudiera encarnar con garantías a Superman en la primera película de la saga estrenada en 1978 y que le haría mundialmente famoso.
Con todos estos antecedentes profesionales, se hace muy difícil entender la decisión de Lucas de no haberle dado ninguna oportunidad interpretativa, sobre todo teniendo en cuenta que, al contratarle, el director estadounidense le confesó que si era lo suficientemente bueno para haber trabajado con Kubrick, también lo era para trabajar con él. Prowse tampoco se lo explica, aunque da alguna pista: "Creo que metí la pata sin querer, posiblemente dije a la prensa algo que le molestó y no lo ha olvidado", señaló en una rueda de prensa el pasado 18 de noviembre con motivo de la presentación del documental dedicado a su persona, dirigido por Marcos Cabotá y Toni Bestard. El supuesto error fue desvelar al 'Daily Mail' los detalles de la muerte de su personaje antes de que se rodara 'El retorno del Jedi' y que explicaría su sustitución por Sebastian Shaw, algo que el actor niega con vehemencia.
Un incómodo Pepito Grillo
Lo que sí fue cierto es que Prowse criticó con dureza 'El retorno del Jedi', su peor experiencia en un rodaje ya que nadie le hablaba por su supuesto desliz ante la prensa, al calificarla como la peor película de la trilogía debido a su flojo e infantil guión. Una tendencia que se reafirmó muchos años después con el episodio I y que provocó la decepción unánime de los fans de 'Star Wars'. Convertido ya en una especie de Pepito Grillo especialmente incómodo para el endiosado director estadounidense, firmó una controvertida biografía, 'Straight from the Force's Mouth', en la que no le dejaba en muy buen lugar que digamos. Por si fuera poco, no tuvo reparos en poner verde a la nueva trilogía de 'La Guerra de las Galaxias' en el polémico documental 'People vs George Lucas' y reveló que, aunque su contrato incluía un porcentaje por los beneficios de la trilogía original, jamás vio una libra por ese concepto.
Sus constantes salidas de tono colmaron el vaso de la paciencia de Lucas, lo que provocó que a partir de ese momento ya no fuera invitado a ningún evento oficial de 'La guerra de las galaxias' como el que se celebró en 2010. Incluso la productora, Lucasfilm, reconoció que el intérprete británico "había quemado demasiados puentes durante los últimos años". De esta forma, David Prowse se enfrentaba al destierro como parte de una "vendetta" contra su persona como él mismo la ha calificado, aunque no para los fans que le siguieron llamando para que acudiera a toda clase de convenciones y actos relacionados con la saga. Previo pago, claro, incluidos sus autógrafos. Algo que a sus 80 años sigue haciendo pese a sus graves problemas de salud como una grave artritis que mantiene prácticamente inmovilizados sus brazos, además de un cáncer de próstata y principio de alzheimer, enfermedades contra las que está librando una larga batalla digna de su personaje.
Pese a todo, David Prowse, casado desde hace 50 años con Norma Prowse y padre de tres hijos, no guarda rencor a nadie, ni tan siquiera a George Lucas. Solo siente agradecimiento por haber encarnado a Darth Vader del que se enamoró cuando en 1976 el director estadounidense le dejó escoger entre él o Chewbacca. Y eso teniendo en cuenta que en la primera película solo aparece 12 minutos, pero es que, como confesó más tarde, "no quería ir todo el día disfrazado de gorila peludo". Eso sí, reconoce que nunca pensó que se convertiría en uno de los personajes más icónicos no solo de la historia del cine sino de la cultura popular, siendo objeto de homenajes en múltiples películas, series de televisión y demás expresiones artísticas, además de juguetes, disfraces y un sinfín de productos de merchandising.
En el citado homenaje en forma de documental, los directores vuelven a rodar la escena de 'El retorno del Jedi' en la que se debía revelar al espectador su rostro y su voz cuando un apenado Luke Sywalker le quita la máscara. Eso sí, tras un primer pase en el festival de Sitges, los abogados de Lucasfilm impidieron, alegando la manida defensa de los derechos de autor, que se pudiera volver a ver en la gran pantalla cómo se hacía justicia a un actor que, al igual que su personaje, las circunstancias le llevaron al reverso tenebroso de 'Star Wars' pese a haberse volcado en la vida real en toda clase de proyectos benéficos. Un buen ejemplo de que la persecución contra el británico por parte de los herederos del imperio de Lucas sigue plenamente vigente después de tantos años. "Todavía estoy esperando a que me llamen para rodar alguna escena del episodio VII", comentaba con sorna en una reciente entrevista. De hecho, se puede ver en un tráiler de la película un primer plano del casco abollado de Darth Vader tras su última gran batalla. Lástima que David Prowse ya no esté debajo de él.
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