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Karel López
Jueves, 7 de noviembre 2024, 06:53
Fermín Cacho (Ágreda, 55 años) siempre será recordado por su triunfo en los 1.500 metros de los Juegos Olímpicos de 1992. Tras alcanzar la ... gloria en Barcelona, el atleta soriano, el mismo que también subió al podio en Atlanta 1996 y que se proclamó campeón continental en 1994, también ha vivido episodios duros, complicados, oscuros... Momentos que, afortunadamente, ha dejado atrás. Quedan lejos los récords, también esas zancadas prodigiosas con las que el público soñaba en cada campeonato con una medalla de Cacho... Eran otros tiempos. Pero Fermín vuelve ahora a disfrutar corriendo. Y el domingo se estrenará en la Behobia-SanSebastián.
– ¿Qué tal está?
– Ilusionado. Motivado. Volviendo a correr. Disfrutando de ello. Me encuentro bien, sin lesiones y con continuidad, que es lo que busco. Hace un año era incapaz de hacer dos kilómetros seguidos a 6:30. Y este pasado fin de semana, he corrido en Madrid una 10K, llevando el globito y marcando el ritmo a otros corredores, a 4:30, cómodo.
– ¿Cuánto tiempo pasó sin correr?
– En 2019 hice un intento. Incluso llegué a correr el maratón de Sevilla. Pero llegó el Covid y... todo se vino abajo. Pensaba: 'mañana empiezo, mañana me pongo... Y nunca llegaba mañana'. Llevaba más de quince años sin salir a correr más de tres días seguidos, sin una continuidad. Y ahora vuelvo a estar motivado.
– ¿Cuándo volvió a calzarse las zapatillas?
– En septiembre del año pasado, después de que me insistieran mucho, de lo cual estoy muy agradecido, empecé a hacer actividad física. Y he tenido continuidad hasta ahora, que es lo que me faltaba. Me decía a mí mismo que así no podía seguir. Empecé con la bici de montaña y después ya me puse a correr. Desde entonces, puedo decir que hago actividad física de forma constante, continua. Antes era como el Guadiana, que aparece y desaparece, Yo me animaba y no tardaba ni unos días en desanimarme.
– ¿Cuánto llegó a pesar?
– Engordé mucho. Me dejé. No sé exactamente cuánto pesaría, pero me atrevo a decir que unos 89 kilos. Cuando gané en Barcelona 1992 pesaba 63 kilos. Ahora estoy ya en 66, así que estoy bien.
– Viene a correr la Behobia. ¿Por qué se ha animado?
– ¡Me han engañado! ¡Me han engañado!
– Cuente, cuente...
– Creo que fue en abril. Estábamos en Madrid, con unos amigos. Con Alberto Hernández y Álex Calabuig, a los que conozco bien del mundillo atlético. Y como son del Atlético de Madrid y ese día jugaba en Champions League contra el Borussia Dortmund, acabamos en casa de Alberto viendo el partido. También vinieron del CDFortuna. Y estaba Fernando Ibarreta. Hice una tortilla de patatas, ellos hicieron otra. Y mientras veíamos el fútbol y comíamos las tortillas, pues salió la posibilidad de correr la Behobia. Fernando me empezó a decir que fuera a correrla o al menos a verla. Y le dije que sí. Eso, claro, después de comentarle que cómo iba a haber ido antes si no pagan ni un duro. Vamos, que de ver la Champions... a correr la Behobia.
– ¿Correrá solo?
– No, voy a correr con un par de médicos que conozco de Ágreda, mi pueblo. No sé a qué ritmo iremos. Al que manden ellos. Yo me adapto.
– ¿Conoce bien la carrera a pesar de no haberla disputado nunca?
– Me han hablado muy bien de la Behobia y, claro, la conozco, aunque siempre haya sido desde fuera. La gente no te habla del circuito. Lo que siempre se destaca es el ambiente, que luego se va a sidrerías... Y es algo que me apetece vivir. Habrá gente que busque correr rápido. Yo lo que quiero es disfrutarla.
– La Behobia-SanSebastián no la corrió nunca cuando estaba en su mejor momento deportivo, pero en Donostia sí que compitió. ¿Recuerda algo?
– Claro. Era una ciudad a la que me gustaba ir. Recuerdo que gané el cross internacional en categoría júnior. Y creo que mi mejor puesto como absoluto fue un noveno. Había mucho nivel por aquel entonces. También gané algún Campeonato de España en pista cubierta y participé dos veces en las 6 horas de Euskadi, cuando el atletismo y el ciclismo eran protagonistas. Me lo pasaba muy bien. Y tengo hasta una anécdota. Creo que fue en 1990, en un Campeonato de España en Anoeta. Me olvidé las zapatillas en Soria. Y tuve que ir de urgencia a una tienda a comprarme unas para poder competir. Aún recuerdo cómo estaba en cámara de llamadas, con los jueces delante, y yo poniéndole los cordones y los clavos a las zapatillas.
– Por cierto, ¿y después de la Behobia qué? ¿Se está planteando algún objetivo?
– Voy poco a poco. De momento, lo que quiero lograr pronto es bajar de cuarenta minutos en diez kilómetros. Cuando lo consiga ya me plantearé algún nuevo objetivo. Siempre hay retos. También es importante tenerlos.
– ¿Cuándo llegará a Donostia?
– Mañana por la tarde ya estaré disfrutando de la ciudad y del ambiente de la Behobia. Saldré en coche hoy desde Andújar(Jaén), donde vivo. Y pararé en Ágreda, en casa de mis padres. Desde allí tengo solamente un par de horas hasta San Sebastián.
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