Jabier Iraola reúne la memoria fotográfica y vivencias del barrio en 'Igeldoko historia eta istorioak'

La presentación pública del libro tendrá lugar este domingo en la plaza de Igeldo a las 11:30 horas, aunque ya está a la venta en las librerías de Donostia a un precio de 40 euros. Igeldoko Herri Kontseilua también ha publicado el libro en euskera con la cooperación de Donostia Kultura.

Los inicios del proyecto se remontan cinco años atrás, cuando Jabier Iraola comenzó a recopilar caserío por caserío fotografías que reflejasen su historia reuniendo un total de 2.200 fotografías. Inicialmente se iba a tratar de un libro formado únicamente por elementos iconográficos, pero el autor se percató de que de cada lugar volvía con una o varias anécdotas, por lo que finalmente decidió añadir texto para contar todas aquellas vivencias que recogían hábitos y costumbres de los tiempos anteriores de Igeldo.

Jabier Iraola señala dos elementos fundamentales que distinguen esta publicación: el primero es que es un proyecto hecho 'boca a boca', ya que se ha recolectado información por boca de los habitantes de los caseríos, relatada según sus propias vivencias y las historias que les fueron contadas de generación en generación; el segundo es que ha sido un trabajo de equipo, elaborado de manera común entre los vecinos de Igeldo.

Una de las aportaciones más destacables, según el autor del libro, es el capítulo dedicado a la Guerra Civil, en el que se narra la llegada de las tropas requetés el 13 de septiembre de 1936 a Igeldo y la toma de Mendizorrotz. Estos soldados dormían en los caseríos del lugar y, conforme a uno de los testimonios, algunos incluso subían al desván por las noches a rezar el rosario. En Igeldo la guerra es un tema del que se habla poco, y hasta ahora se pensaba que eran solo dos personas las que perdieron la vida durante enfrentamientos bélicos. Sin embargo, la labor de investigación realizada para el libro ha sacado a la luz que fueron quince las personas fusiladas o que murieron en la Guerra Civil. La investigación también ha revelado que tres igeldoarras murieron en la Segunda Guerra Mundial.

También se recalca la labor que tenía lo que se conoce en Igeldo como 'bobada egitea', que se traduce al castellano como 'hacer la colada', para la economía familiar. Las mujeres, además de realizar distintas tareas en el caserío, bajaban en burro al mercado de la Bretxa o de San Martín para recoger la ropa de sus clientes y subirla a las fuentes de Igeldo para lavarla. Al día siguiente, las mujeres recogían la colada y volvían a bajar a Donostia a entregarla.