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A una semana de que escolares y algunos ciudadanos empiecen las vacaciones de Semana Santa y tras un puente festivo en el que bares y ... restaurantes de las zonas más turísticas han estado a rebosar, la pandemia vuelve a mostrar su peor cara. La incidencia acumulada a 14 días en Euskadi, uno de los indicadores que más guía a los epidemiólogos, encadena casi dos semanas de subida, hasta alcanzar una tasa de 223,76 casos por cada 100.000 habitantes.
La incidencia crece también en Gipuzkoa y supera los 200 casos, cosa que no sucedía desde el 26 de febrero. En concreto, la tasa acumulada del territorio se sitúa en 206,95 casos. La de Donostia dibuja asímismo una curva ascendente hasta alcanzar los 134 casos.
A lo largo del día de ayer se hicieron 6.158 test diagnósticos en el País Vasco, de los que 329 fueron positivos, por lo que la tasa de positividad también empeora y supera el umbral del 5% para situarse en el 5,3%. El domingo anterior, 14 de marzo, se contabilizaron 295 positivos, 34 menos. Por territorios, en Gipuzkoa se detectaron ayer 104 nuevos contagios (12 más que la semana anterior), en Araba 58 y en Bizkaia 166.
Los hospitales tampoco dan buenas noticias. En el día de ayer 31 personas ingresaron por Covid en planta, donde en la actualidad hay 228 enfermos con coronavirus, 44 más que el pasado jueves, cuando se inició el puente. En las UCIs hay actualmente 90 personas con coronavirus, 3 más que la víspera.
Uno los indicadores que da un leve respiro, aunque caso imperceptible, es el número reproductivo básico. Durante el puente de San José ha pasado del 1,10 al 1,05. No hay que olvidar que este indicador mide la intensidad de una enfermedad infecciosa, y si este número es mayor de 1 significa que la epidemia va a seguir en fase ascendente, dado que una persona infectada, de promedio, va a contagiar a más de otra persona.
Todos estos datos estarán sobre la mesa en la reunión que llevará a cabo el miércoles el comité técnico del Labi, compuesto por expertos que cada semana monitorizan la evolución de la pandemia. De momento, no está prevista para esta semana ninguna reunión del Labi político, que suele encabezar el lehendakari Urkullu y que es la que analiza la idoneidad de modular, tanto para endurecerlas como para aliviarlas, las medidas restrictivas. Vista la evolución de las últimas semanas y en función de los datos de estos próximos días, no se descarta que el lehendakari convoque el Labi de cara a fijar los criterios de cara a la Semana Santa, una periodo que se considera crítico.
Mientras tanto, para esta tarde se espera la decisión que Sanidad y las comunidades autónomas deben tomar sobrequé colectivos se istrará la vacuna de AstraZeneca a partir del miércoles. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, confirmó ayer por la noche que sobre la mesa está la propuesta de ampliar diez años, de 55 a 65, el límite de edad establecido hasta ahora para ser inmunizado con la fórmula de Oxford, tal y como los expertos han estado debatiendo durante el fin de semana en la llamada Ponencia de Vacunas. Será el consejo interterritorial el que tenga la última palabra. En Gipuzkoa, el colectivo de personas entre 55 y 64 años supera las 100.000 personas, según los datos del padrón
Ante el incremento de contagios, el Departamento de Salud ha vuelto a recordar que el riesgo de transmisión aumenta en la distancia corta, en entornos cerrados y concurridos, especialmente si están mal ventilados. Hacer ejercicio físico, hablar alto, gritar o cantar incrementan el riesgo, advierten, mientras subrayan que mantener la distancia, la higiene de manos, el uso correcto de la mascarilla, mantener las burbujas convivenciales y la ventilación son fundamentales para minimizar contagios.
En caso de síntomas compatibles con Covid-19 (fiebre, tos, dolor de garganta, sensación de falta de aire o pérdida de olfato, entre otros) se debe ar por teléfono con el centro de salud y autoasilarse.
Además, conviene ir realizando una lista de los os estrechos que se hayan tenido en los dos últimos días antes de empezar a sentir síntomas para poder transmitir esa información a las personas encargadas de la vigilancia y el rastreo y «poder cortar cuanto antes la cadena de contagio». Desde el Departamento de Salud recuerdan que es «importante» detallar al equipo de rastreo cualquier actividad durante la cual se haya podido producir la transmisión del virus. «La red de vigilancia y rastreo no busca penalizar ni castigar, sino cortar la cadena de contagio», subrayan.
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